Las drogas son sustancias psicoactivas, encontradas por lo general en las plantas, los hongos y en la química de síntesis, que son capaces de alterar nuestra percepción, nuestro estado de ánimo, así como nuestra conciencia y nuestro comportamiento.
Si bien es cierto que las drogas permiten que el individuo esté proporcionado de evasión, placer, paliación, u otros estados que por lo general le hacen sentir bien, hay que tener muy en cuenta la parte negativa, la dañina que puede crear intoxicaciones o drogodependencia en el organismo.
Los consumidores de sustancias psicoactivas pueden ver alterada su salud mental, emocional y física, a parte el riesgo que supone para terceras personas convivir o interactuar con individuos consumidores de drogas.
¿Que se produce antes: el consumo de drogas o la enfermedad mental?
Es innegable la relación que se guarda entre la enfermedad mental relacionada con el abuso de drogas. Las personas con patologías psiquiátricas, tienen una mayor tendencia a consumir sustancias adictivas y a su vez, la drogodependencia es la que origina trastornos mentales.
Qué actitud tomar con los afectados, ya que dependerá y mucho la influencia que se ejerca, tanto al principio como en el desarrollo de esta patología:
- Los afectados suelen resistirse a recibir tratamiento y abandonar el consumo de sustancias. En momentos de vulnerabilidad pueden solicitar ayuda, pero a continuación descartan la idea.
- La implicación de la familia durante el proceso es vital: deben aceptar la enfermedad, conocerla y seguir las indicaciones de los profesionales.
- Etiquetar a los pacientes como viciosos o vagos no ayuda a comprender su patología e iniciar la terapia más adecuada.
¿Qué repercusiones tienen las drogas en el cerebro?
Las drogas interfieren con la forma en que las neuronas envían, reciben y procesan las señales que transmiten los neurotransmisores. Algunas drogas, como la marihuana y la heroína, tienen la capacidad de activar neuronas porque su estructura química es similar a la de un neurotransmisor natural del organismo.
Esto permite que se adhieran a las neuronas y las activen. Si bien estas drogas imitan las sustancias químicas propias del cerebro, no activan las neuronas de la misma manera que un neurotransmisor natural y hacen que se envíen mensajes anormales a través de la red.
Otras drogas, como la anfetamina o la cocaína, pueden hacer que las neuronas liberen cantidades anormalmente altas de neurotransmisores naturales o que, al interferir con los transportadores, eviten el reciclamiento normal de estas sustancias químicas del cerebro. Esto también amplifica o altera la comunicación normal entre las neuronas.
Las drogas bajo el punto de vista psiquiátrico
Las adicciones pueden afectar al estado de salud física, estado mental, vida familiar, vida en pareja y sentimental, rendimiento académico, trabajo, relaciones sociales, habilidades cognitivas, conducción, coordinación motora y vida espiritual.
Para saber si se tiene una adicción, en el tabaco, el alcohol, la cocaína o el cannabis.
- En primer lugar, necesitas haber tenido la sustancia adictiva disponible para su consumo.
- En segundo lugar, tienes que tener cierta predisposición genética para desarrollar una adicción, ya que no todas las personas que consumen una droga se hacen adictas a ella.
- En tercer lugar, es muy posible que tengas una forma de ser que predisponga al consumo de sustancias, como tener inclinación por la búsqueda de nuevas sensaciones, ser impulsivo y no prever las consecuencias negativas de tus actos o, por el contrario, ser muy tímido e introvertido, por poner dos ejemplos distintos.
- En último lugar, deben darse una serie de situaciones familiares, sociales y económicas en tu vida para que termines desarrollando una adicción.
Los psiquiatras, como médicos, podemos hacer la valoración global del estado físico, solicitar un análisis de sangre, valorar la necesidad de una medicación y de una baja médica. Además, como expertos en salud mental, podemos hacer una valoración del estado de ánimo que pueda estar favoreciendo tu consumo y generando malestar.
Por último, los psiquiatras formados en psicoterapia, podemos planificar el tratamiento psicológico y el apoyo a las familias. En algunos casos, es preferible que el tratamiento psicológico lo realice otro profesional, ya sea por indicación del propio psiquiatra o por predilección del paciente.