Existen casos de niños que se resisten a ir a clase o que hacen novillos, pero algunos sienten verdadero terror a ir al cole. Es lo que se conoce como fobia escolar, un problema difícil de detectar caracterizada por unos niveles de ansiedad intensos ante el hecho de tener que ir al colegio, conduciendo al niño a evitar esta situación de rechazo visceral.
¿En qué consiste la fobia escolar?
Radica en la incapacidad parcial o total del niño a acudir al colegio formando parte de lo que llamamos fobias específicas. Agrupa una serie de situaciones con el mismo resultado: “el niño se siente enfermo ante la idea de ir al colegio”.
Puede ser consecuencia de:
- Un miedo concreto: a un examen, a profesores, a compañeros por amenazas, agresiones, intimidación, etc.
- Otras a un temor más general, como el miedo a hacer el ridículo, a ser criticado o evaluado…
- En algunas ocasiones el niño es incapaz de explicar lo que le ocurre.
Principales síntomas o manifestaciones de un niño con fobia escolar
- Ausencias prolongadas del medio escolar (el niño se queda en casa). Estas ausencias son consentidas por los padres.
- Intenso malestar emocional: temor intenso, irritabilidad o un exceso de quejas físicas (vómitos, dolor de cabeza, dolor de tripa) ante la situación de tener que ir al colegio.
¿Es un rechazo a ir al cole o existen otros problemas?
Es de vital importancia llevar a cabo un correcto diagnóstico diferencial de la fobia escolar con el fin de no confundirla con otros problemas emocionales y de conducta con los que puede compartir algunas semejanzas: (Por ejemplo).
- Trastorno por ansiedad de separación: el miedo aparece no sólo ante la situación de ir al colegio, sino ante cualquier circunstancia que implique separarse de las figuras de apego. Suele aparecer antes que la fobia escolar.
- Absentismo escolar: el niño con absentismo escolar no se queda en casa con el consentimiento de los padres. Este problema conductual suele asociarse con otras conductas disociales como robar, mentir, etcétera.
- Fobia social: puede encontrarse en la base de la ansiedad o el miedo de ir a la escuela, pero el malestar de la fobia social va más allá que el mero hecho de ir al cole, puesto que el niño lo pasa mal en cualquier circunstancia social fuera y dentro del colegio.
- Depresión infantil: el niño deprimido no sólo pierde el interés por la escuela, sino también por actividades fuera de ésta (actividades familiares, jugar con amigos, etcétera).
Consejos para tratar esta problemática:
- Mantener una actitud conjunta en los padres.
- Evitar el sobre proteccionismo del niño/a.
- No reforzar conductas indeseables, no manifestando interés por el problema que se plantea, al menos externamente.
- No manifestar ansiedad.
- Quitar importancia a sus vómitos, mareos, inapetencias o dolores estomacales.
- Manifestar interés por la escuela, su asistencia al centro escolar y la tarea desarrollada en él.
- Evitar las faltas a la escuela.
¿Cuál es el papel del colegio para estos casos?
La fobia escolar para los profesores es fundamental detectarla, y eliminarla. Mantener una actitud firme como docentes, pero tolerante y comprensiva respecto a la importancia de asistir a clase todos los días, es el deber que tienen ante tales circunstancias.
El papel de la escuela es no sobre-proteger al alumno con fobia escolar, pero sí facilitarle las cosas en la medida de lo posible, colaborando con los padres y un psicólogo especialista. El fin es conseguir el bienestar del alumno y partiendo de que el problema provenga del colegio, éste debe hacerse cargo inmediatamente en poner soluciones.
Es importante emplear un refuerzo positivo ante la conducta del menor a venir a clase, animándolo por haber venido, elogiando sus logros y avances de una forma muy sutil para que tampoco sienta distinción entre sus compañeros.
En síntesis y a la vista de estos criterios, la fobia escolar dista mucho de la mera pereza o conducta negativa del niño a la hora de ir a la escuela. Es un problema que requiere una intervención inmediata para tratarla y eliminarla.