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Los hijos únicos muestran un mayor volumen de materia gris en el lóbulo parietal, una zona relacionada con el lenguaje, la flexibilidad mental y la planificación.

los expertos consideran que esa es la consecuencia de crecer en un entorno donde se comparte poco, en el que con frecuencia no hay estrategias ni juegos en grupo, lo que estimula el desarrollo de la creatividad individual. Es decir, tienen que buscar ellos solos recursos para divertirse, habilidades que favorecen la expresión y la comprensión lingüística.

 

Los hijos únicos, ¿presentan más dificultades en la relación?

Si los hijos únicos tienden a ser niños más imaginativos, también parece confirmarse la creencia de que a menudo tienen dificultades para relacionarse. Las exploraciones cerebrales detectaron menos materia gris en la corteza frontal media, donde se regulan las emociones.

En estos casos. los hijos únicos suelen presentar mayor: dependencia, falta de empatía, egoísmo y, en general, escasas habilidades sociales. Y si, además, sumamos que en nuestro país la mayoría de las parejas jóvenes optan por el hijo único (tasa de natalidad situada en 1,32 hijos por mujer y actualmente, el 27,6% de las madres españolas solo tiene un hijo), hay que tener muchas consideraciones en cuenta a la hora de educar a nuestro hijo.

Al tener más contacto con adultos que con niños, sobre todo en sus primeros años, puede, fácilmente adelantarse en su desarrollo psicológico. Aunque esto puede ser una ventaja, puede, también, hacer que los padres olviden que sigue siendo un niño y esperen demasiado de él.

Su madurez emocional y su grado de sociabilidad pueden ser menores, ya que, al no tener hermanos, no aprende a negociar, discutir, enojarse, encontentarse, desarrollar su empatía, etc.

Se puede generar dependencia de los padres o éstos de él, por lo que las separaciones normales de la vida, como ir a la escuela, a dormir en casa de un amiguito, ir a un campamento, etc. se vuelven sumamente difíciles para el pequeño y/o los padres.

Pueden volverse muy demandantes y berrinchudos si no reciben la atención que normalmente le dedican sus padres.

No aprenden a compartir, a jugar y a socializar con otros niños.

hijo unico

 

¿Cómo deben actuar los padres de hijos únicos?

La educación que recibimos de nuestros padres es el factor más importante en el desarrollo de su personalidad.

Aunque este aspecto es igual para aquellos niños que si tienen hermanos, los padres no se comportan igual en ambos casos.

Generalmente, los padres con un solo hijo, cometen:

  • Sobreprotección. Al igual que los padres primerizos, temen que le suceda algo malo a su hijo o que ellos no actúen como deben de actuar.

 

  • Sobre exigencia: Muy críticos y difíciles de complacer. Dado que todas sus expectativas y sueños recaen sobre un solo niño, esperan de él, lo que otros padres dividen en 2 o más niños. Esta situación puede crear niños muy perfeccionistas o con una autoestima baja.

 

  • Querer darle todo lo que puedan, tanto emocional como materialmente, con lo que, si no tienen cuidado, pueden provocar niños con muy baja tolerancia a la frustración o muy “echados a perder”.

 

  • Alabanzas constantes: de manera exagerada y justificada por todas sus conductas, ya que ven al pequeño como un reflejo de su calidad como padres. Esto puede provocar que el niño no desarrolle un sentido de responsabilidad, culpando a los demás de todo lo que les sucede y una pseudo autoestima (una falsa autoestima elevada).

 

En definitiva, los hijos únicos no presentan diferencias significativas con el resto de niños siempre y cuando estén en contacto desde bebés con más iguales en distintas áreas de su vida: guardería, preescolar, familia extensa, etc. La clave se encuentra en la educación, las pautas parentales, límites, normas o afectos recibidos.